miércoles, 4 de diciembre de 2013

LST2. Ciencia, intereses y realidad.

  1. Ciencia e intereses.
A la imagen del documento que comenta, esta nota se encuentra de lleno en la búsqueda de una narrativa, o del cómo establecer un relato científico, que permita permear la alienación de una realidad que solo es equivalente al esfuerzo con que se escamotea. Efectivamente, como la causa del recalentamiento global, es la emisión de gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera y estos provienen del consumo masivo de hidrocarburos fósiles que ha hecho y sigue haciendo el modo de producción capitalista –en el cual nos encontramos- desde la revolución industrial, el intento por que la ciencia de esta realidad no sea conocida y que no se tomen decisiones políticas que modifiquen el sistema económico, son enormes[1]. De hecho, aunque debido a lo anterior es frecuente que se difunda información falsa y de discutibles fuentes, hace algunos años que la ciencia ha tomado también posiciones al respecto.[2]

  1. La realidad, más allá de la comprensión (o más acá).
Los signos y señales del Cambio Climático son cada vez más perceptibles en los aumentos de temperatura, mayor frecuencia y persistencia de sequías, derretimiento de hielos marinos, glaciares y permafrost, así como condiciones más impredecibles del clima. Estos cambios están siendo impuestos sobre sistemas ecológicos y sociales ya debilitados por trastornos económicos, crecimiento demográfico y poblacional, malos manejos y prácticas ineficientes en el uso y gestión de la tierra, así como débiles estructuras de gobierno. La presión adicional ejercida por el cambio Climático sobre estos sistemas vulnerables, está poniendo en peligro de manera creciente, las vidas y formas de producir el sustento de personas y sociedades tanto en los países desarrollados como en los que no lo son, produciendo niveles mayores de riesgo global, considerando el potencial de exacerbar las tensiones sociales existentes y contribuir a los conflictos violentos.
El cambio climático produce cambios en la percepción general de las cosas, abarcando todos los niveles de nuestra vida social. Esto y sus inevitables consecuencias, políticas y humanas es lo que llamamos Campo Climático.
El clima del mundo está cambiando y continuará a cambiar con una velocidad sin precedentes en la historia reciente de la humanidad. Los impactos y riesgos asociados con estos cambios, son reales y ya están ocurriendo en muchos sistemas esenciales para la vida humana, incluyendo los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, zonas costeras y salud. Los países en desarrollo, especialmente aquellos menos desarrollados y las comunidades pobres en general, son las más vulnerables. En los países y comunidades vulnerables, los impactos del cambio climático, plantean una amenaza directa a las personas y su simple supervivencia. No obstante, los efectos devastadores de los eventos extremos, los aumentos de la temperatura y el aumento del nivel del mar, tendrán consecuencias para todos nosotros y solo empeorarán.
Las temperaturas más altas registradas en China, o los USA, las inundaciones en India, Francia, Alemania o la misma China, han convertido lo extraordinario en normal. En Chile no estamos lejos… Cerca de treinta grados en invierno, o los vientos huracanados que nos han acompañado cuando torrentes de agua han caído sobre la sequía, no son ya infrecuentes, aunque no hayamos alcanzado aún los niveles de desastre que el fenómeno arroja recientemente en Argentina, dónde en dos días cayeron 400 mm, hace un par de meses, o Estados Unidos, dónde los efectos de los huracanes Katrina (2005) y Sandy (2012) son paradigmáticos, por sus enormes impactos en pérdidas humanas y materiales y las proyecciones indican que solo será peor en el futuro.
Con cada vez mayor frecuencia e intensidad, nos enfrentamos a los aumentos de temperatura, cambios en los patrones de precipitación, mayor frecuencia y persistencia de sequías, derretimiento de hielos marinos y glaciares, subida de las cotas de nieve, presencia de fuertes vientos huracanados, incendios forestales… La concentración de energía en la atmósfera y la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI), implica desastres cuyos costos –que pagamos-, serán exponencialmente mayores con el correr del tiempo.
Paradojalmente -como otras veces antaño-, el triunfo de la ciencia viene acompañado junto al fracaso de la política: la evidencia científica es absoluta, el Protocolo de Kioto fracasó y navega en aguas agitadas hacia un eventual nuevo acuerdo el 2015, que entraría en vigencia el 2020.



[1] Son cientos de millones de US$, los que se “invierten” cada año en financiar Lobistas, Institutos, publicaciones y Think Tanks especializados en difundir información contra la información científica que documenta el Cambio Climático y sus causas. Tristemente célebres son en este sentido, por ejemplo Exxon Mobile, el senador de los USA Jim Inhofe, o el Heartland institute. Ver entrevista a Joan Sloan, en:
También son conocidos los Koch Brothers y sus recientes campañas políticas contra la ciencia Le Monde En COP 19 se informó que 90 compañías son responsables de más del 50% histórico de las GEI que causan las transformaciones del clima global. www.democracynow.org / http://www.theguardian.com/environment/interactive/2013/nov/20/which-fossil-fuel-companies-responsible-climate-change-interactive
[2]“ Climate Change & the Integrity of Science”. Lead Letter from 255 Members of the US National Academy of Sciences, including 11 Nobel Laureates.  Science Magazine, May 2010. http://www.sciencemag.org/content/328/5979/689.full

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