- Ciencia
e intereses.
A la imagen del documento que comenta, esta nota se encuentra de lleno en
la búsqueda de una narrativa, o del cómo establecer un relato científico, que
permita permear la alienación de una realidad que solo es equivalente al
esfuerzo con que se escamotea. Efectivamente, como la causa del recalentamiento
global, es la emisión de gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera y estos
provienen del consumo masivo de hidrocarburos fósiles que ha hecho y sigue
haciendo el modo de producción capitalista –en el cual nos encontramos- desde
la revolución industrial, el intento por que la ciencia de esta realidad no sea
conocida y que no se tomen decisiones políticas que modifiquen el sistema
económico, son enormes[1].
De hecho, aunque debido a lo anterior es frecuente que se difunda información
falsa y de discutibles fuentes, hace algunos años que la ciencia ha tomado
también posiciones al respecto.[2]
- La realidad, más allá de la comprensión (o más acá).
Los signos y señales del Cambio Climático son cada vez más perceptibles en
los aumentos de temperatura, mayor frecuencia y persistencia de sequías,
derretimiento de hielos marinos, glaciares y permafrost, así como condiciones
más impredecibles del clima. Estos cambios están siendo impuestos sobre
sistemas ecológicos y sociales ya debilitados por trastornos económicos,
crecimiento demográfico y poblacional, malos manejos y prácticas ineficientes
en el uso y gestión de la tierra, así como débiles estructuras de gobierno. La
presión adicional ejercida por el cambio Climático sobre estos sistemas
vulnerables, está poniendo en peligro de manera creciente, las vidas y formas
de producir el sustento de personas y sociedades tanto en los países
desarrollados como en los que no lo son, produciendo niveles mayores de riesgo
global, considerando el potencial de exacerbar las tensiones sociales
existentes y contribuir a los conflictos violentos.
El cambio climático produce cambios en la percepción general de las
cosas, abarcando todos los niveles de nuestra vida social. Esto y sus
inevitables consecuencias, políticas y humanas es lo que llamamos Campo
Climático.
El clima del mundo está cambiando y continuará a cambiar con
una velocidad sin precedentes en la historia reciente de la humanidad. Los
impactos y riesgos asociados con estos cambios, son reales y ya están
ocurriendo en muchos sistemas esenciales para la vida humana, incluyendo los recursos hídricos, la seguridad alimentaria, zonas
costeras y salud. Los países en desarrollo, especialmente aquellos menos
desarrollados y las comunidades pobres en general, son las más vulnerables. En
los países y comunidades vulnerables, los impactos del cambio climático,
plantean una amenaza directa a las personas y su simple supervivencia. No obstante, los efectos devastadores de los
eventos extremos, los aumentos de la temperatura y el aumento del nivel del
mar, tendrán consecuencias para todos nosotros y solo empeorarán.
Las temperaturas más altas registradas en China, o los USA, las inundaciones en India, Francia, Alemania o la misma China, han convertido lo extraordinario en normal. En
Chile no estamos lejos… Cerca de treinta grados en invierno, o los vientos
huracanados que nos han acompañado cuando torrentes de agua han caído sobre la
sequía, no son ya infrecuentes, aunque no hayamos alcanzado aún los niveles de
desastre que el fenómeno arroja recientemente en Argentina, dónde en dos días
cayeron 400 mm, hace un par de meses, o Estados Unidos, dónde los efectos de
los huracanes Katrina (2005) y Sandy (2012) son paradigmáticos, por sus enormes
impactos en pérdidas humanas y materiales y las proyecciones indican que solo
será peor en el futuro.
Con cada vez mayor frecuencia e intensidad, nos enfrentamos a los aumentos de temperatura, cambios en los patrones de
precipitación, mayor frecuencia y persistencia de sequías, derretimiento de
hielos marinos y glaciares, subida de las cotas de nieve, presencia de fuertes
vientos huracanados, incendios forestales… La concentración de energía
en la atmósfera y la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI), implica
desastres cuyos costos –que pagamos-, serán exponencialmente mayores con el correr del tiempo.
Paradojalmente -como otras veces antaño-, el triunfo de la ciencia viene
acompañado junto al fracaso de la política: la evidencia científica es
absoluta, el Protocolo de Kioto fracasó y navega en aguas agitadas hacia un
eventual nuevo acuerdo el 2015, que entraría en vigencia el 2020.
[1] Son cientos de millones de US$, los que se “invierten”
cada año en financiar Lobistas, Institutos, publicaciones y Think Tanks
especializados en difundir información contra la información científica que
documenta el Cambio Climático y sus causas. Tristemente célebres son en este
sentido, por ejemplo Exxon Mobile, el senador de los USA Jim Inhofe, o el
Heartland institute. Ver entrevista a Joan Sloan, en:
También son conocidos los Koch
Brothers y sus recientes campañas políticas contra la ciencia Le Monde En COP 19 se informó
que 90 compañías son responsables de más del 50% histórico de las GEI que
causan las transformaciones del clima global. www.democracynow.org / http://www.theguardian.com/environment/interactive/2013/nov/20/which-fossil-fuel-companies-responsible-climate-change-interactive
[2]“ Climate Change & the
Integrity of Science”. Lead Letter from 255 Members of the US National Academy
of Sciences, including 11 Nobel Laureates.
Science
Magazine, May 2010. http://www.sciencemag.org/content/328/5979/689.full
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