jueves, 11 de febrero de 2010

EMOPCC. Líneas Estratégicas de Adaptación al Cambio Climático en el Ministerio de Obras Públicas (MOP)

Líneas estratégicas de trabajo para elaborar politicas de adaptación al Cambio Climático en el MOP

Grupo de Trabajo MOP para el Pan de Acción Nacional de Cambio Climático[1]

29.01.2010

De acuerdo a las conclusiones preliminares del Grupo de Trabajo MOP para el seguimiento del PDA CC, existen cuatro líneas de trabajo que deberían ser desarrollados: (i) Monitoreo de variables críticas, tales como Comportamiento de glaciares, Crecidas en ríos, Disponibilidad de RRHH en ríos sureños, Nivel medio del mar y Gasto MOP en Gestión, Reparación o Reposición atribuible a daños por clima extremo; (ii) Análisis de episodios históricos para proyectar escenarios futuros de Planificación de Infraestructura; (iii) Reevaluar la forma como se usa la información histórica para el diseño y, (iv) Desarrollo de nuevas metodologías para pronóstico de riesgo por Eventos Extremos y Desastres.

Durante la discusión interna acerca de las tareas encomendadas al MOP por el Plan de Acción, sin embargo surgió una quinta línea, no mencionada en el Plan que, sin embargo, debería ser examinada: la posible contribución de la propia construcción de infraestructura MOP en el incremento de las causas o de los efectos del calentamiento global que estamos experimentando actualmente. La responsabilidad del MOP se concentra, principalmente, en los recursos hídricos y los ecosistemas acuáticos, donde MOP tiene atribuciones considerables.



[1] Integrado por los representantes de sus unidades: Ulises Retamal (DOH); Pedro Rivera (DGA); Gonzalo Barcaza (DGA); Mónica Jorquera (Vialidad); Cristina Contzen (DOP); Luis Henríquez (SOP). Este grupo contó con la colaboración y aportes de las siguientes personas: Pablo Badenier Martínez (DGOP); Miguel Cadenasso Cornejo (DOP); Eduardo Mesina Azocar (DOP); Andrea Osses Vargas (DGA); Mónica Musalem Jara (DGA); Sonia Mena Jara (DGA); Gloria Muñoz Mendoza (DV); Rainer Hauser Molina (DOH); Reinaldo Fuentealba Sanhueza (DOH); Brenda Córdova Thoms (DOH); Carlos Garrido Stappung (DOH).

La coordinación general estuvo a cargo de Juan Escudero Ortúzar (DGOP)

EMOPCC Línea de Trabajo 1. Monitoreo de Variables críticas.

Línea de Trabajo1. Monitoreo de Variables Críticas.

1.1 Comportamiento de glaciares:

La Política de Nacional de Glaciares los considera “ecosistemas frágiles, y que ofrecen valiosos servicios ambientales”. Por esta razón, plantea la necesidad de su preservación y conservación, dadas sus particulares características de regeneración y su fragilidad frente a los nuevos escenarios de cambio climático”. De ellos, la mayor parte están perdiendo superficie y volumen, a tasas que se han acelerado en la última década en forma perceptible.

La pérdida de volumen está asociada al detrimento de los principales “servicios ambientales” que prestan los glaciares a la sociedad humana y a los ecosistemas: (i) ser fuente y reserva de agua para consumo directo de los seres vivos y para abastecer usos productivos, (ii) contribuir a la recarga y regulación de las cuencas. La pérdida de superficie afecta a otros “servicios igualmente importantes: (iii) regulación del clima, (iv) belleza escénica, (v) soporte a actividades turísticas y deportivas. Finalmente, la pérdida de hielos geológicos y las modificaciones en su estructura implican la pérdida de información de importancia científica para entender los procesos de cambio climático. Por lo tanto, no cabe duda que las tendencias observadas implican pérdidas importantes de patrimonio ambiental.

Por otra parte, el conocimiento que se tiene de ellos es muy incompleto y está concentrado en cuatro de ellos, todos ubicados en Chile central.

Por esta razón, la citada Política plantea como primer Objetivo Específico “Conocer y valorar los glaciares chilenos en un contexto y realidad nacional e internacional, mediante la creación de un registro nacional de glaciares y otras prioridades de investigación por definir”. A cargo de esta tarea nominó a la Dirección General de Aguas, la cual, a su vez, estableció para ello la nueva Unidad de Glaciología y Nieves (UGN).

Los aspectos principales del Plan de Trabajo de DGA en estas materias son:

- Completar y actualizar el Inventario Nacional de Glaciares

- Instalar Redes de Monitoreo en cuencas glaciares

- Contratar estudios conducentes a la definición de una estrategia de investigación para el mejoramiento del conocimiento sobre los glaciares chilenos y su comportamiento

- Contribuir a la formulación y ejecución de un Plan Nacional de Acción sobre estas Materias

Todas estas tareas se encuentran en plena ejecución. El Inventario ha incorporado más de mil glaciares a sus registros y debería quedar completo en el curso de 2011. Sumado a esto, se han ido actualizando varias cuencas con inventarios antiguos; se han instalado estaciones hidrometeorológicas y realizado campañas de monitoreo en diversas cuencas glaciares de Chile; se encuentra próximo a su culminación el estudio “Desarrollo de una Estrategia Nacional de Glaciares”, contratado con el CECS, que define las prioridades de investigación en este campo; y el Plan de Acción de Glaciares se encuentra en plena fase de elaboración, bajo la coordinación de CONAMA y con fuerte participación del MOP.

EMOPCC Línea de Trabajo 1 (1.2) Hidrometría y Crecidas.

1.2 Adaptación del monitoreo hidrométrico para captar las consecuencias del Cambio Climático sobre la frecuencia y severidad de las crecidas.

La Red de monitoreo de caudales de la DGA está básicamente orientada a medir caudales medios y frecuentes. Sus instrumentos y estaciones, en la mayoría de los casos, no permiten monitorear en buena forma crecidas y, en forma recurrente, las estaciones mismas resultan severamente dañadas luego de crecidas violentas. Existe sólo un pequeño conjunto de estaciones específicamente diseñadas para registrar crecidas, o que han mostrado capacidad de medirlas en forma consistente.

Diversas consideraciones teóricas planteadas por la literatura internacional, llevan a considerar posible que este fenómeno se acentúe como consecuencia del Cambio Climático.

Dicha expectativa parece ser confirmada por diversos antecedentes nacionales. A pesar de las limitaciones anotadas respecto a la actual red de monitoreo, la información que provee sobre crecidas muestra que, en varios casos recientes, los niveles T200 han sido sobrepasados. En otros casos, se han observado registros considerados anómalos y descartados por los diseñadores de obras MOP, debido a que escapan de las tendencias históricas, decisiones a las que no se ha dado seguimiento. También se registran observaciones de la Dirección de Vialidad realizadas en puentes que han sido diseñados y construidos recientemente y que, a pesar de ello, han sido sobrepasados por crecidas, en circunstancias que el diseño consideró “revanchas” para admitir con holgura la crecida T200.

Por otra parte, se encuentran próximas a ser publicadas las simulaciones del fenómeno de “tormentas cálidas”, encargado a la Universidad de Chile para el Informe ERECC . Este fenómeno, que ha sido identificado como uno de los principales causantes de crecidas destructivas, aumentaría su frecuencia como consecuencia del calentamiento global.

Estos importantes aportes científicos, así como la observación, directa o instrumental de la evolución de las crecidas, deberán ser evaluados para su posible utilización futura con fines de diseño.

El Departamento de Hidrometría (DGA) esta solicitando los recursos necesarios para emprender, en el año 2010 y como parte de los estudios del Plan de modernización de la Red Hidrometeorológica, el estudio “Mejoramiento y Ampliación Red Fluviométrica”, Código BIP 30093676.

Los Términos de Referencia de este estudio, en la versión que fue presentada a MIDEPLAN, coinciden en propósito con los requerimientos aquí discutidos. Sin embargo, no cubre todas las problemáticas imprescindibles para monitorear los cambios en la frecuencia y severidad de las crecidas que han sido pronosticados como consecuencias del Cambio Climático. Dichas materias han sido discutidas con el Departamento de Hidrometría, el que ha aceptado introducirlas como extensiones, siguiendo los lineamientos definidos por este documento. Con el objeto de precisar el alcance de la extensión solicitada, se proponen los siguientes aspectos:

- En el tema de Monitoreo de Crecidas, el objetivo complementario sería la proposición de una red piloto de estaciones especializadas en crecidas, especificando, en lo posible, tecnología, localización, “lay-out” y presupuesto.

Los antecedentes para este estudio incluirían la información sobre los daños históricos a la infraestructura MOP por esta causa y los correspondientes costos para el ministerio. También se contará con las conclusiones del informe ERECC respecto a la evolución esperada de la frecuencia con que se presentan las “tormentas cálidas”, eventos que podrían tener un efecto más poderoso que la tendencia a la disminución general de las precipitaciones.

Los aspectos específicos que se solicita abordar son:

- Selección de un conjunto de estaciones, considerando las tendencias registradas, los daños sufridos por los equipos de medición, los registros de daño y destrucción de obras de infraestructura ribereña, las predicciones ERECC sobre Tormentas Cálidas y la información cualitativa MOP antes mencionada.

- Análisis del equipamiento y el “lay-out” de las estaciones seleccionadas
- Estudio de alternativas tecnológicas
- Estudio de alternativas de ubicación
- Identificación de prioridades para una red de monitoreo especialmente acondicionada para la observación de crecidas potencialmente destructivas
- Proposición de una red piloto de estaciones especializadas en crecidas, especificando tecnología, localización, “lay-out” y presupuesto.
- Se propone también considerar la posibilidad de añadir estaciones destinadas a alimentar sistemas de alerta temprana ante riesgos de crecidas. Existen antecedentes para este tipo de estaciones en la cuenca del Maule, y estos sistemas serían imprescindibles para planificar futuros embalses reguladores de crecidas

Existen antecedentes en esta materia en el estudio “Índices de Riesgo para la Prevención y Mitigación de los Efectos de Temporales en Tiempo Real”, realizado en 2002 por DGA y la Universidad de Chile. DGA cuenta con avances adicionales, desarrollados en colaboración con DMC y ONEMI, en un esfuerzo conjunto para definir embalses reguladores de crecidas. DGA informa sobre la limitación que está significando en este trabajo la resolución vertical de la cartografía disponible en IGM (30 m oficial, 20 m Nasa)

Se recomienda coordinar este estudio con, así como utilizar datos sistematizados por, el estudio “Catastro Georreferenciado de Riesgos y Peligros Naturales en la red vial nacional”, que será realizado durante 2010 por la Dirección de Vialidad,, así como su antecesor en el mismo tema, “Situaciones de Riesgo por Aluviones e Inundaciones”, Unidad de Prevención y Emergencias, SOP, 2003.

EMPOCC Línea de trabajo 1 (1.3) Hidrología y agricultura

1.3 Adaptación del monitoreo fluviométrico e hidrometeorológico para adaptar las redes actuales a las consecuencias del Cambio Climático sobre la distribución geográfica de la agricultura.

Se ha planteado que las condiciones del riego podrían cambiar, como consecuencia del aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones en la mayor parte del país. Las consecuencias para la mayor parte de las actuales actividades silvo- agro- pecuarias practicadas en las regiones del Norte y Centro del país serían desfavorables, lo cual sería parcialmente compensado por mejores condiciones para otras actividades de ese sector, que serían menos masivas, pero más rentables, tales como la fruticultura subtropical. Por otra parte, algunas de las actividades actuales se trasladarían a las regiones del Sur del país, cuyas condiciones se harían menos lluviosas, aunque más favorables para la agricultura que hoy se desarrolla en la zona central. Frente a esta situación es razonable esperar que, en el futuro, creada la necesidad, se planteen proyectos de obras de riego en zonas donde hoy es impensado y, por lo mismo, no cuentan con prioridad para efectos de monitoreo. Se vislumbra entonces la necesidad de reforzar el monitoreo, específicamente aquellas zonas, con el objeto de empezar a construir las largas series históricas necesarias para planificar obras hidráulicas.

Tanto CONAMA como el Ministerio de Agricultura han encargado estudios que pretenden construir la siguiente cadena de razonamiento:

- El fenómeno de cambio climático permite prever, con alta certidumbre, que la temperatura del planeta aumentará. Se encuentran disponible modelos globales, que entregan distintas predicciones, dependiendo de los supuestos que se hagan respecto a las tendencias de emisión de Sustancias con Efecto Invernadero.

- El aumento en las temperaturas causará una alteración en los patrones de precipitación. En el caso chileno, esto se traduce en una marcada disminución de las lluvias en la zona comprendida entre lo 30 y los 50 grados de latitud Sur. Las disponibilidades de agua para riego, producción industrial, generación hidroeléctrica e incluso para consumo humano, disminuirán.

- Las mayores temperaturas afectan la productividad de los tipos de cultivos que hoy son practicados en esa zona

- Las mayores temperaturas también implican mayores requerimientos de riego

- Todas estas causas empujarán un desplazamiento hacia el Sur de las actividades más afectadas, especialmente el de algunos cultivos, que ya han sido identificados en forma teórica.

Los pronósticos sobre dichos desplazamiento permitirán, a su vez, identificar las zonas donde es razonable esperar aumentos en los requerimientos de riego y, por lo tanto, de la infraestructura correspondiente. La identificación de esas zonas, a nivel comunal, ha sido comprometida por los autores del estudio ERECC.

Por otra parte, también en este caso, los estudios del Plan de modernización de la Red Hidrometeorológica cubren objetivos enteramente compatibles con los aquí planteados. En este caso, los estudios que el Departamento de Hidrometría ha aceptado ampliar para abarcar las nuevas zonas son: el ya citado “Mejoramiento y Ampliación Red Fluviométrica”, Código BIP 30093676, así como el de “Mejoramiento y Ampliación de la Red Hidrometeorológica”, Código BIP N° 30091896-0.

Se espera de estos estudios que un análisis de las actuales redes de monitoreo hidrométrico conduzca a un diagnóstico sobre su suficiencia para la planificación de eventuales obras hidráulicas destinadas a regar las nuevas zonas identificadas por ERECC.

Así mismo, se espera que la identificación del déficit sea traducida en la proposición de un programa de instalación de redes hidrométricas e hidrometeorológicas, con sus correspondientes especificaciones de tecnología, localización, presupuesto y prioridades.

EMPOCC Línea de trabajo 1 (1.4) Aguas subterráneas y agricultura

1.4 Adaptación del monitoreo de Aguas Subterráneas para adaptar las redes actuales a las consecuencias del Cambio Climático y la evolución esperada de la distribución geográfica de la agricultura

La dinámica de los acuíferos es de complejo análisis considerando escenarios de cambios climáticos, y no ha sido tradicionalmente un asunto que haya sido abordado cuando se establecen proyecciones de disponibilidad. La enorme interacción de los ríos con los acuíferos, tanto en crecida como en situaciones de caudal frecuente, plantea entonces desafíos en mejorar el conocimiento en estas materias para efectos de mejorar las estrategias de gestión. Actualmente, la DGA prácticamente no cuenta con una red razonable de monitoreo de acuíferos. Existen algunos pozos de observación en algunas fuentes de agua primordiales en el norte pero, en general, la información es escasa y cubre solamente las regiones I a VI. El tema lo lleva el mismo Departamento de Hidrometría, el cual también lo ha incluido en el Plan de Modernización de sus redes monitoras. Para ello ha solicitado fondos para financiar el estudio Mejoramiento y Ampliación de la Red de Aguas Subterráneas”, Código Bip N° 30093677-0. Al igual que en los dos casos anteriores, los objetivos tendrían que ser ampliados para cubrir la adaptación de las redes al Cambio Climático.

Los requerimientos adicionales que sería necesario introducir se refieren a dos aspectos: (i) Riego, en aquellas zonas donde se espera una intensificación de las actividades silvo- agro- pecuarias, con el objeto de permitir una planificación integral del abastecimiento, desde fuentes superficiales o subterráneas y (ii) Agua Potable Rural, en toda el área de cobertura actual, así como en las áreas donde es dable esperar la aparición de nuevos asentamientos rurales. Es conveniente tener en cuenta que, en los más recientes episodios de sequía, el abastecimiento de los APR se ha visto seriamente comprometido. En numerosas oportunidades ha sido necesario realizar, con apoyo MOP, obras de profundización de los pozos existentes, o de perforación y habilitación de pozos nuevos. Estos han estado, consistentemente, más lejos y a una cota inferior respecto a los anteriores.

Estos temas serían mejor abordados si se les enfrenta a través del diseño de la red nacional de monitoreo de acuíferos. Tendría que considerar métodos, tecnología, representatividad, cobertura.

En una etapa posterior, a medida que sean construidos los pozos de esta red, se recomienda añadir pruebas de bombeo y estimación del recurso, así como el monitoreo de los niveles estáticos y de la calidad de las aguas. Las pruebas sugeridas comprometería temporalmente la representatividad de los pozos para efectos de monitoreo, de manera que esta recomendación debe ser debidamente evaluada. Más adelante aún sería conveniente desarrollar modelos hidrogeológicos de los acuíferos más relevantes, en cuencas seleccionadas.

EMOPCC Línea de trabajo 1. (1.5) Oceanografía

1.5 Adaptación del monitoreo de nivel medio del mar y otras variables oceanográficas a las consecuencias del Cambio Climático

El nivel medio del mar, que podría reflejar algunos de los más importantes efectos del Cambio Climático, está siendo medido por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), a través de una red de estaciones monitoras ubicadas en los principales puertos chilenos. La interpretación de las tendencias marcadas por más de cincuenta años de monitoreo se hace difícil debido tanto a la aparente inconsistencia entre estaciones, como por la interferencia de otros fenómenos. Las inconsistencias entre estaciones se manifiestan en que algunas estaciones marcan aumentos, mientras otras marcan disminuciones. Las interferencias detectadas se refieren a la influencia de la actividad tectónica y de la sismicidad.

Por el momento, las predicciones de aumento del nivel del mar encargadas por CONAMA, basadas en los efectos esperados de los fenómenos globales, indican efectos muy limitados para Chile durante el siglo XXI, en el rango de 14 a 28 centímetros y diminuyendo de Norte a Sur.

La evaluación de esta situación contenida en el informe ERECC plantea que cambios de esa magnitud serían inferiores y, en algunas zonas de la costa chilena, podrían ser anulados por los fenómenos geológicos que afectan a este país. Sin embargo, es un fenómeno que debe ser sujeto de monitoreo y seguimientos, por el alto riesgo que implica para las actividades costeras y por su eventual sinergía con los fenómenos que afectan a la corteza terrestre. Por el momento, no han sido identificadas técnicas de medición alternas que independicen ambas familias de fenómenos

Por otra parte el oleaje, otra variable fundamental para el diseño de la infraestructura costera, es también monitoreado por SHOA, mediante boyas instrumentadas ancladas al fondo marino. Estas mediciones se llevan a cabo en dos estaciones, ubicadas frente a Iquique y a Valparaíso, respectivamente. Para otros puntos de la costa esta información se complementa mediante datos generados por modelos internacionales de escala mundial, “bajados” para su uso en Chile con apoyo de los datos suministrados por SHOA, que dispone de series históricas basadas en algo más de veinte años de medición.

El Instituto Nacional de Hidráulica (INH) tiene contemplado realizar, a partir de 2010, un estudio que involucra medición del nivel medio del mar en un tramo de la costa chilena, con una estación costera y una mar adentro. El período de medición sería de dos o tres años.

Por otra parte, el informe ERECC también destaca la relevancia del Proyecto que la Universidad de Cantabria está próximo a comenzar, en el cual se abordará este tema. El principal producto esperado de este estudio es un modelo de oleaje para las costas de Sudamérica, así como varios otros que dicen directa relación con las necesidades de este ministerio para la adaptación de los procedimientos para el diseño de obras de infraestructura costera. En una primera etapa preparatoria, han participado en ese proyecto el equipo de la Universidad Católica de Chile que encabeza el estudio ERECC, CONAMA, SHOA y la Universidad de Valparaíso.

De acuerdo al análisis preliminar realizado por INH y DOP, a la luz de las conclusiones del informe ERECC en este campo, el fenómeno importante a estudiar sería la intensificación del oleaje, su efecto sobre la línea de costa y sobre la infraestructura ubicada aguas adentro respecto a la rompiente, o sobre la costa y bajo la influencia del oleaje en caso de tormentas. El mayor efecto del aumento en el nivel del mar sería el desplazamiento de la rompiente, acercándola a la rivera, lo cual exacerba el efecto de la energía descargada por el oleaje.

Las olas, a su vez, aumentarían la energía con que llegan a la costa, como consecuencia del aumento en la velocidad del viento en un amplio sector del Océano Pacífico frente a Chile. Esto, a su vez, sería un efecto directo del aumento de la radiación solar. Las simulaciones de evolución del clima en Chile encargadas por CONAMA a la universidad de Chile sitúan el aumento de la velocidad del viento sobre el mar en el rango de un metro por segundo.

El efecto conjunto de estos fenómenos sobre la costa y sobre la infraestructura aledaña supera la capacidad de predicción de las herramientas disponibles hoy en el país. Por esta razón, todas las instituciones nacionales citadas en este capítulo han manifestado su acuerdo acerca de la conveniencia de realizar un esfuerzo coordinado, usando el estudio de la Universidad de Cantabria como base. La idea general es tomar un tramo de la costa chilena donde haya mucha información, obtener conjuntamente la información complementaria que sea necesaria y desarrollar, con apoyo del citado equipo español, un modelo al nivel del estado del conocimiento mundial en la materia. El consorcio de instituciones nacionales postularía a un financiamiento complementario (por ejemplo, de FONDEF), que utilizaría parte de los recursos asignados por el gobierno español al estudio de la Universidad de Cantabria, con el eventual apoyo de aportes complementarios de las demás instituciones chilenas, incluidos DOP e INH, que han manifestado su intención de participar en estas condiciones, mientras la Armada ha manifestado su disposición para aportar información de base y apoyo logístico.

El citado estudio proveería una agenda de monitoreo e investigación de los fenómenos marinos asociados al Cambio Climático. También se obtendría una evaluación preliminar acerca del tipo y cuantía de los impactos esperados sobre la costa chilena y la infraestructura aledaña que se producirían como consecuencia de los fenómenos asociados al Cambio Climático. Estos productos serían de enorme valor para orientar la planificación de infraestructura marítima y costera, razón por la cual se recomienda que el ministerio adhiera a esta iniciativa, envíe una carta de apoyo firmada por el Sr, Ministro y el Sr Director Nacional de Obras Portuarias y, eventualmente, contribuya con una aporte. Este último paso es importante, porque abre la posibilidad de pedir resultados específicamente orientados a sus necesidades.

EMOPCC Línea de trabajo 2: escenarios futuros

Línea de trabajo 2. Analizar sucesos históricos para proyectar los escenarios de clima futuro

Si bien el cambio climático global plantea enormes incertidumbres en diferentes aspectos, es esperable que la magnitud de los cambios sea comparable a la de los eventos extremos que hemos observado hasta la actualidad. Por ejemplo, la expectativa es que crecidas de intensidad similar a las que ocurrieron en el año 2006 en el sur de Chile, se repitan con un poco más de frecuencia en el futuro, pero con magnitud similar. Otro tanto ocurriría en el futuro con los años con limitaciones al riego en la zona central del país, los cuales serían individualmente comparables en severidad con lo que se ha observado en el pasado en los años medianamente secos. Entonces, se concluye que los daños de los eventos de mayor frecuencia en el pasado pueden explicar una serie de aspectos sobre los daños asociados a las condiciones de clima esperables para el siglo XXI. Por lo tanto, el análisis de la historia de los daños observados hasta la fecha sería útil para la revisión de, por ejemplo, las políticas de infraestructura para absorber emergencias climáticas, o las de reposición o reparación de la infraestructura dañada por episodios de clima catastrófico. Todo esto, considerando un análisis previo que permita pronosticar la relación en magnitud y frecuencia de entre estos eventos extremos históricos y los futuros.

El enfoque mencionado puede, por lo tanto, entregar conclusiones valiosas en campos tales como los que se enumera a continuación. Sin embargo, hay que tener en cuenta que otros fenómenos, tales como los que afecten a las reseras naturales de agua y algunos procesos biológicos, pueden ser sujeto de efectos acumulativos. Algunos de esos casos son abordados en la Línea de Acción 5, hacia el final de este documento

Entonces, con este concepto, se ha planteado la posibilidad de evaluar los siguientes aspectos:

§ Daños por inundación (MOP- MINAGRI- ONEMI)

§ Impacto de sequías sobre las fuentes del agua potable rural (DOH)

§ Impacto de sequías sobre los requerimientos de infraestructura de riego justificada por eventos extremos de sequía catastrófica (DOH)

§ Impacto en recursos hídricos de la elevación de la cota de la línea de nieve. Los pronósticos para el Siglo XXI para este parámetro deberían quedar accesible durante este año, gracias al estudio encargado al Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile (DGF) como parte de la prelación del Informe ERECC[1]. En todo caso, dichos pronósticos deberán ser refinados para cada cuenca, como parte de los estudios para el diseño de las futuras obras de riego.

§ Sensibilidad de criterios de diseño de infraestructura frente a situaciones poco frecuentes (embalses, puentes, defensas fluviales de caminos, caletas pesqueras). Este estudio estaría basado en un análisis de los casos de Puentes y Obras Hidráulicas diseñados con los métodos revisados antes mencionados.

Para algunos de estos efectos, MOP dispone de un estudio realizado por SOP, Unidad de Prevención y Emergencias en 2003, “Situaciones de Riesgo por Aluviones e Inundaciones” donde se sistematizó el conjunto de situaciones que ocurridas en emergencias oficialmente decretadas en la década anterior. El registro incluye la identificación de la obra dañada (mayormente, tramos de caminos), el monto de los gastos incurridos o requeridos, el tipo de obra realizado o requerido, la identificación del cauce comprometido. El ámbito del informe es fundamentalmente vial. Sin embargo, menciona en forma cualitativa inversiones complementarias en limpieza de cauces y construcción/ reforzamiento de pretiles, realizados con fondos regionales. La información no permite identificar la fecha del evento de clima causante del daño, ni distingue las componentes remediales y preventivas del gasto. Para 2003-2009 la misma Unidad SOP compiló listados de gastos por región y año, para DV y DOH, correspondientes a Reparaciones de daños causados por crecidas. Por su parte, DV ha estado compilando datos sobre el gasto en reemplazo de obras dañadas más allá de lo reparable. Toda esta información será integrada al SIG, a través del Estudio Básico: “Catastro Georreferenciado de Riesgos y Peligros Naturales en la red vial nacional”, que DV ejecutará durante 2010.Este cubrirá obras viales para el período posterior a 2003.

En el futuro cercano (2011), dicho Estudio Básico debería ser repetido en las Direcciones de Obras Hidráulicas (con información ya disponible) y de Obras Portuarias. De especial importancia sería el registro y análisis de las situaciones donde las crecidas han superado la capacidad de puentes de diseño reciente, o donde el oleaje asociado a tormentas ocurridas en forma simultanea con la sicigia han superado obras marinas mayores[2].

Con toda la información de gasto MOP asociado a clima, se podría abordar en 2012 el cruce de información con INH, DGF, DMC, Pluviometría MOP, etc., para contestar la pregunta importante: ¿A qué fenómenos climáticos están asociados los daños a la infraestructura registrados? Esto, a su vez, permitirá establecer nexos con instituciones como MINAGRI y ONEMI, para obtener información complementaria sobre daños a la producción agrícola y a la propiedad privada.

En definitiva, la revisión de la política de reparación o reemplazo de infraestructura dañada por eventos de clima catastrófico es una meta importante para esta línea de trabajo. Actualmente, la estrategia MOP ha seguido la primera alternativa. Un aumento en la frecuencia de los desastres asociados al clima podría, eventualmente, hacer recomendable cambiar la estrategia.

Sin embargo, para enfrentar esa evaluación debemos primero contestar la otra pregunta importante: ¿Podemos esperar un aumento de frecuencia en esos “Eventos Catastróficos”? Ese tema está siendo abordado por otro “Informe IPCC”, denominado “Manejo del Riesgo de Eventos Extremos y Desastres para avanzar en la Adaptación al Cambio Climático”. Esto dará lugar a un trabajo intenso de dos años, con expertos de todo el mundo, para terminar recién a mediados de 2012. Es razonable esperar que un panel de expertos como el que se va a reunir para estos propósitos, haga recomendaciones en estas materias, basadas en una experiencia más amplia que la disponible en este ministerio. Por lo tanto, para el período 2010- 2012 se recomienda concentrar esfuerzos en el seguimiento de la preparación del citado informe.

Todos los pasos recién enunciados son requisito previo para una revisión formal de la política de Reparación o Reemplazo, lo cual no se ve factible antes de 2012.

Conclusiones para “Eventos Destructivos”: Se recomienda llevar al SIG todos los gastos MOP causados por eventos de clima extremo, y luego integrarlos al Sistema de Información Territorial Transversal del MOP (SIT MOP, coordinado por DIRPLAN). A continuación, se recomienda realizar una caracterización de los correspondientes eventos de clima y la clasificación de los costos asociados a cada tipo de daño y obtener, a través de convenios con las instituciones competentes, información sobre los daños a la propiedad y actividades privadas ocurridos en forma sincrónica. Se recomienda también obtener, por contrato o convenio con instituciones académicas especializadas, predicciones de largo plazo sobre la probabilidad de ocurrencia de los eventos extremos de, al menos, crecidas y marejadas. Sería también conveniente dar seguimiento a la elaboración del mencionado Informe IPCC. Sobre Eventos Extremos (2010-2012) Una vez que ese Informe esté terminado, será el momento de formular una nueva estrategia de registro de información, procesamiento, análisis de información sobre estos tipos de desastres naturales y revisión de la política MOP sobre prevención, reparación y reemplazo de infraestructura ante el aumento esperado de esta fuente de riesgo.

Finalmente, en fecha imposible de establecer por ahora, se recomienda evaluar la experiencia de las obras diseñadas con criterios revisados para prevenir daños causados por el clima extremo. Si bien su eficacia sólo podrá ser medida después de la ocurrencia de estos eventos, la información sobre las obras “reforzadas” de ser integrada al SIG, de manera de hacer expedita su futura evaluación ex post.

[1] El tema quedó comprometido para ser será tratado en la versión final del informe ERECC, en los últimos meses de 2009.

[2] Fue comentado en el Grupo de Trabajo que DOH no cuenta actualmente con un buen inventario del estado en que se encuentra la infraestructura del país. Esto es considerado una seria limitante para cumplir esta recomendación, lo cual añade razones para otorgar prioridad a superar esta deficiencia.

EMOPCC Línea de Trabajo 3: reevaluación para el diseño

Línea de Trabajo 3. Reevaluar la forma como se usa la información histórica para el diseño.

Los métodos de ingeniería actualmente utilizados para diseño de obras hidráulicas, puentes, etc., se basan en la utilización de series históricas de datos, el modelamiento estadístico de ellas y la extrapolación, mediante esos modelos, de las variables correspondientes al “año de diseño”.

En este proceso, los datos históricos son mirados como observaciones independientes, tomadas de un fenómeno estacionario.

Por otra parte, la evidencia recogida a nivel mundial muestra que esos fenómenos, con una probabilidad muy alta, están evolucionando con tendencias marcadas por el calentamiento global y sus consecuencias.

Algunas de las variables claves para el diseño de infraestructura han sido ya modeladas, sobre la base de teorías que interpretan esas tendencias y consecuencias y que, con confiabilidades estadísticas que deben ser examinadas con mayor detención, entregan pronósticos para el período correspondiente a la vida útil de las obras que sean diseñadas ahora. Tal sería el caso, por ejemplo, de la temperatura ambiente y, en forma más mediata, de las precipitaciones medias estacionales. En este tipo de casos, parece razonable evaluar la posibilidad de usar, de una manera aún no determinada, dichas predicciones como complemento de los métodos tradicionales. Pero el único enfoque propuesto hasta ahora es el de las “tormentas cálidas”. Una primera versión fue generada como parte de la preparación del informe ERECC. Sin embrago, su aplicación a las necesidades MOP requieren trabajo adicional que, tal como ha sido ya propuesto, debe ser tratado con académicos especialistas en la materia. Dependiendo de los resultados de esos contactos se recomienda la eventual contratación de una serie de Estudios Básicos a nivel de cuencas para establecer relaciones precipitación- caudal en función de la temperatura o de la cota de la isoterma cero. La evaluación de esta posibilidad está aún pendiente.

Otras variables clave para estos efectos, sin embargo, no han sido modeladas aún, o no existe aún consenso sobre la validez de las predicciones correspondientes. Tal es el caso de los “eventos extremos” de viento, oleaje, caudales y disponibilidad de aguas subterráneas en situaciones de sequía (respuesta de los acuíferos), indispensables para incorporar al diseño de infraestructura criterios de protección contra los correspondientes desastres naturales. Para este tipo de casos, es esencial avanzar rápidamente en el ya detallado mejoramiento de las mediciones y de su cobertura.

Hasta el momento, la única proposición con posible viabilidad sobre este tema, se refiere al análisis estadístico de las series históricas particionadas, distinguiendo los períodos “antes” y “después” de una fecha por determinar, o distinguiedo los cauces con medición adecuada de las crecidas de aquellos donde esta ha sido deficiente. Como mínimo, se recomienda probar estadísticamente si, para cada partición, todas las submuestras provienen de la misma distribución. Sin embargo, una respuesta negativa no prueba que el cambio se deba al cambio climático, dado que puede haber otros cambios, naturales o antrópicos, que expliquen la diferencia. Entre las posibles variables confundentes se ha citado: cambios en el uso del suelo, deforestación, aumento de población, cambio en los cultivos, etc. Se plantea la posibilidad de emprender estudios con una universidad, destinados a discutir teóricamente esta posibilidad y, dependiendo de las conclusiones, abordar los citados análisis estadísticos lo antes posible y, si es necesario, desarrollar (o contribuir al desarrollo de) estudios de mayor alcance. La idea ha sido aceptada, en principio, por DGA, pero no existe aún decisión al respecto.

Es conveniente recordar que para aspectos vitales para predecir la incidencia de “eventos catastróficos” de clima en Chile, como son los fenómenos de Niño/Niña y, más aún, su relación con el cambio climático, no se cuenta aún con un desarrollo científico suficiente.

DOH ha realizado internamente una revisión de sus procedimientos de diseño, con el objeto de establecer los aspectos donde sería necesario emprender estudios metodológicos para identificar las componentes de los procedimientos de diseño para los que se debería desarrollar alternativas que tomen en cuenta los pronósticos de IPCC y sus derivados específicos para Chile. Por otra parte, está realizando una prueba piloto con el uso de la metodología española, que toma en cuenta el Cambio Climático, para el diseño de embalses. Se considera altamente recomendable emprender esfuerzos similares en las demás Direcciones, con el objeto de detectar los requerimientos de información y de desarrollo de métodos alternos en el mediano plazo. La identificación de la naturaleza y oportunidad de los estudios requeridos para definir nuevos métodos requiere, en forma imprescindible, la realización de estos esfuerzos de carácter interno.

Se plantea la posibilidad de realizar un trabajo conjunto con las direcciones que han participado en este Grupo de Trabajo, más DIRPLAN, durante la cual se desarrolle una agenda multianual de Estudios Básicos para desarrollar en forma coherente y sincronizada las iniciativas recomendadas que sean aceptadas por las autoridades ministeriales.

Como parte de esta iniciativa, se propone explorar, en conjunto con DIRPLAN, la vinculación de los mecanismos “flexibles” del Protocolo de Kyoto (MDL, NAPA´s, transferencias de tecnología, etc.), con las nuevas alternativas de financiamiento establecidas en el Acuerdo de Copenhagen (Green Climate Fund). Las modificaciones del escenario institucional interno (Ministerio de MA) y las propuestas de incorporar en una nueva perspectiva Constitucional el Agua, así como otras urgentes iniciativas legales en curso, (Glaciares, Cauces…), coinciden con la entrada del País en la OCDE, planteando nuevas exigencias y enormes oportunidades, que demandan fortalecer nuestra capacidad de gestión del Recurso Hídrico en el escenario de Cambio Climático.

EMOPCC Línea de trabajo 4: Eventos Extremos.

Línea de Trabajo 4. Desarrollo de nuevas metodologías para pronóstico de riesgo por Eventos Extremos y Desastres

Tal como se argumentó en el capítulo anterior, han sido detectados numerosos aspectos donde es necesario mejorar la base de información o fortalecer los fundamentos teóricos involucrados, antes de emprender el desarrollo de nuevas metodologías de diseño “oficiales”. Entretanto, las Direcciones de Vialidad y de Obras Hidráulicas han empezado a experimentar con metodologías alternativas, para sus respectivos diseños de obras expuestas a los efectos del cambio climático. Se recomienda el cuidadoso registro de estas experiencias, con el objeto de evaluar, en el mediano plazo, las ventajas y desventajas de estos métodos

Por el momento y el futuro cercano, se considera una limitación el margen de incertidumbre de los resultados entregados por los modelos predictivos. Esta se manifiesta por las diferencias entre los resultados de los distintos modelos. Por el momento, el único camino disponible es considerar explícitamente esa incertidumbre, usando justamente las diferencias entre modelos para marcar el rango de lo posible. Dado el rápido avance del conocimiento en estas materias, se espera que dichos rangos se vayan estrechando.

EMOPCC Línea de trabajo 5: Recursos Hídricos.

Línea de Trabajo 5. Estrategias de Gestión MOP para adaptar su labor en Protección de los Recursos Hídricos ante las tendencias del Cambio Climático

La experiencia obtenida en años recientes de examinar la labor del MOP y sus consecuencias, a la luz de los nuevos enfoque globales, tales como Biodiversidad y Cambio Climático, conducen a recomendar la adopción de una postura preventiva, tendiente a evitar que las causas o los efectos del cambio climático sean aún mayores, a causa de las obras, regulaciones que produce este ministerio, principalmente en el campo de los Recursos Hídricos.

5.1 Fortalecimiento de la Información propia.

Dentro de esta línea, han sido identificadas también, en primer lugar, focos donde es necesario mejorar la calidad de la información básica, lo cual supone fortalecer algunas funciones de la DGA. Destacan en este acápite:

5.1.1. Inventario Nacional de Humedales y diseño de de un sistema de seguimiento ambiental.

Según el concepto promulgado por Ramsar (2000), de los humedales depende cerca del 25% de la productividad neta del planeta y sirven de sumidero al 40% del carbono que se genera en el planeta. La destrucción de los mismos evitaría que se eliminen importantes cantidades de gases de efecto invernadero y por ende aumentaría el potencial de retención del calor en la atmósfera, con implicancias directas en el calentamiento global y el incremento de las temperaturas. Por otra parte, los humedales cumplen funciones que les dan capacidades de mitigación sobre los efectos del cambio climático, tales como: estabilización de las costas, regulación del régimen hidrológico, purificación de las aguas y defensa ante la acción de de eventos de clima severo, atenuando su intensidad.

Este es un tema donde hay primeros avances. Durante 2010 se ejecutará la primera fase del proyecto denominado Inventario Nacional De Humedales Y Diseño Del Sistema Nacional De Seguimiento Ambiental”.Los resultados esperados incluyen el establecimiento de bases de datos con la correspondiente cartografía, la recomendación de los parámetros de monitoreo a utilizar, con sus correspondientes métodos y protocolos, así como las prioridades correspondientes, en términos de gestión de los humedales.

Paralelamente, la DGA espera abordar en el mediano plazo el proyecto “Gestión de cuerpos lacustres para su conservación y protección”, postulado por DGA y CONAMA para financiamiento del Ministerio de Hacienda, con resultados negativos hasta ahora. Este proyecto contempla la investigación y seguimiento de aquellos lagos que sean definidos como prioritarios para el país, estableciendo medidas de manejo y planes de prevención o descontaminación, en la medida que se confirme la aceleración del deterioro.

5.1.2. Establecimiento de un programa permanente de elaboración y actualización de los balances hídricos superficiales y subterráneos de las cuencas críticas del país.

Esta línea está destinada a cubrir, en definitiva, todas las cuencas del país donde el agua constituye un recurso escaso y donde, en el futuro, constituirá un factor crítico. Esta línea daría prioridad a las cuencas con historia de sequías severas y consideraría los caudales ecológicos, estimados según la nueva metodología DGA, basada en estimaciones de los requerimientos ambientales correspondientes a cada cuenca o tramo a planificar. Como parte de esta línea, sería necesario desarrollar un programa de reforzamiento de las redes meteorológica e hidrometeorológica, especialmente en lo que se refiere a la precipitación de nieve en vastas zonas cordilleranas y australes.

En segunda etapa, los resultados de esta línea se traducirían en un plan de gestión de los derechos de agua otorgados en la actualidad, con el fin de asegurar un correcto uso y planificación del recurso a futuro, ateniendo por lo demás el aseguramiento de su uso preferente para satisfacer las necesidades humanas y ambientales por sobre las productivas. Esto requiere, como paso previo, de una reforma a la Constitución Política de la Nación, la cual fue propuesta al parlamento a fines de 2009.

5.1.3. Diseño e implementación de un Programa de Delimitación, Caracterización y Vigilancia de Estuarios, por tratarse de sistemas naturales especialmente amenazados por el cambio climático y, en particular, por el aumento previsto en el nivel del mar. La intrusión salina correspondiente afectaría la calidad de las aguas, a los ecosistemas acuáticos y a las fuentes de agua potable de la zona.

En segunda etapa y donde se detecte la necesidad, deberá ser fortalecida la gestión de la cuenca hidrográfica correspondiente, incluyendo la desembocadura misma.

5.2 Fortalecimiento de la regulación de los Recursos Hídricos, en sus aspectos más sensibles al Cambio Climático.

Dentro de esta línea, se han identificado varios aspectos que quedan dentro del ámbito regulatorio de la Dirección General de Aguas, donde la acción del propio ministerio debería ser intensificada. También se han identificado áreas relacionadas desde el punto de vista disciplinario, donde el MOP carece de atribuciones, pero tiene la capacidad de recomendar y, eventualmente, coordinarse con otras instituciones que sí las tienen.

Dentro del primer grupo, destacan el establecimiento de Reservas de Agua y la protección de acuíferos. En el segundo, la protección de los ecosistemas terrestres asociados a las aguas correspondientes.

5.2.1 Emprender Estudio Básicos, que conduzcan a la identificación de Áreas Protegidas amenazadas por el Cambio Climático y la eventual sobre explotación de los recursos hídricos que las sustentan y que, además, cumplan con las condiciones impuestas por la Ley 20.017 en su Artículo 147 bis inciso 3°. Recomendar para estas áreas el establecimiento de reservas de recursos hídricos que fortalezcan sus perspectivas de conservación. (DGA- DCPRH[1]). Hoy en día, constituyen casos excepcionales aquellos ríos que poseen alto valor ambiental por prestar servicios a zonas protegidas, cuyas aguas no se encuentren mayoritariamente otorgadas. Hasta ahora, no se han establecido restricciones reales en cuanto al otorgamiento de los derechos de aguas para los recursos que cumplen esta función.

5.2.2 Emprender Estudio Básicos, que conduzcan a la identificación de Servicios de Agua Potable, incluyendo los de Agua Potable Rural (APR), amenazados por el Cambio Climático y la eventual sobre explotación de los recursos hídricos de los que obtienen su abastecimiento y que, además, cumplan con las condiciones impuestas por la Ley 20.017 en su Artículo 147 bis inciso 3°. Recomendar para estas áreas el establecimiento de reservas de recursos hídricos que aumenten la seguridad de su abastecimiento. (DOH y DGA- DCPRH). En el pasado reciente, son numerosos los casos de sequías en que algunos sistemas APR han debido ser abastecidos de agua mediante camiones aljibe.

5.2.3 Emprender un Estudio Básico conducente a la revisión de la metodología de delimitación de los acuíferos que alimentan las vegas y bofedales en la zona alto andina de nuestro país, con el fin de evitar efectos sobre la estructura y procesos que rigen estos ecosistemas. Se pretende así resguardar aquellas áreas sensibles del Norte del país que se verán afectadas por un cambio en la distribución o disminución neta de los recursos hídricos disponibles, producto de los efectos del cambio climático. (DGA- DCPRH)

5.2.4 Proteger otros acuíferos, en la medida en que la necesidad sea detectada por la nueva Red de monitoreo de Aguas Subterráneas (Ver 1.4) (DGA- DCPRH) y los Balances Hídricos correspondientes.

5.2.5 Recomendar a las instituciones del estado con competencias específicas, medidas de protección de los ecosistemas existentes en las áreas alimentadas por las aguas superficiales o subterráneas puestas bajo protección por el MOP. (DGA- DCPRH). Tal podría ser, eventualmente, el caso de las vegas y bofedales del área alto andina de Chile, entre otras

5.3 Desarrollar, perfeccionar y proponer para su adopción como métodos oficiales MOP, Guías de Buenas Prácticas destinados a minimizar los efectos sobre el Cambio Climático de obras y regulaciones (MOP, con iniciativa DCPRH).

5.3.1 Desarrollar, perfeccionar y proponer para su adopción como método oficial MOP, una Guías de Buenas Prácticas para obras de infraestructura que intervengan humedales superficiales. (MOP, con iniciativa DCPRH).

5.3.2 Desarrollar, perfeccionar y proponer para su adopción como método oficial MOP, una Guías de Buenas Prácticas para obras de infraestructura que intervengan acuíferos (MOP, con iniciativa DCPRH).

5.3.3 Desarrollar, perfeccionar y proponer para su adopción como método oficial MOP, una Guías de Buenas Prácticas para obras de canalización de cauces (MOP, con iniciativa DCPRH).

La construcción de este tipo de infraestructura, que sustituye o altera severamente un cauce de origen natural, conlleva una serie de perturbaciones asociadas a la franja de hábitat ribereño y del lecho mismo, perdiendo la conexión natural con el acuífero, propiedades que hacen que el sistema acuático pierda funcionalidad de amortiguar por si mismo los efectos asociados al clima. Las obras de canalización eliminan valiosas zonas ribereñas, que -cuando se encuentran en buen estado de conservación- actúan como verdaderas defensas frente al avance de las aguas hacia las planicies de inundación. De igual forma, la vegetación ribereña actúa como ricas fuentes de sumidero de carbono.

5.3.4 Desarrollar, perfeccionar y proponer para su adopción como método oficial MOP, una Guías de Buenas Prácticas para la Evaluación de Impacto Ambiental de grandes proyectos, en su componente hidrológica. (MOP, con iniciativa DCPRH).

Esta Guía estaría orientada tanto a los grandes proyectos MOP como a los proyectos de terceros.

La idea es que se establezcan criterios que consideren el cambio climático y que permitan evaluar los impactos que un gran proyecto tendrá sobre esta componente.

[1] Departamento de Conservación y Protección de los Recursos Hídricos, DGA